Los dos bancales terminados.
El bancal del extremo
Al fin hemos hecho los bancales; después de los pases de tractor quedaron bastantes terrones; Nos dejaron una motoazada y le dimos unos pases a la zona que queríamos preparar y dejamos la tierra lo más finita que pudimos (No hay reportaje gráfico porque no tenía cámara ese día).
En un par de días, a ratos, hicimos los bancales:
Como vamos a tener visitantes variados (grupos de colegios, asociaciones de discapacitados, quizás en silla de ruedas, otros grupos...) hemos decidido hacer unos bancales elevados con pasillos anchos, así podrán pasar los grupos sin dificultad y las plantas quedarán a mejor altura para trabajar en ellas y verlas mejor (¡menos dolor de espalda!). Otra ventaja es que así tenemos más profundidad para el desarrollo de las raíces de las plantas. El inconveniente, que al tener unos laterales tan altos, es posible que se sequen antes, por tener más superficie expuesta al sol. Lo iremos viendo, y corrigiendo si es necesario.
Lo primero que hacemos es tirar una cuerda para marcar los laterales del bancal. En este caso hemos decidido darle una anchura de 1m, creemos que se llegará bien desde ambos lados del mismo.
Aquí está el terreno trabajado, con la cuerda que marca el lateral del bancal a la izquierda.
Como queremos dejar un terreno firme para el pasillo, vamos echando toda esa tierra hacia dentro, hacia el bancal, en principio sin orden, pero siempre respetando la cuerda:
Vamos echando la tierra hacia adentro...
Y ¡Ya hemos terminado con la pala!
Como veis, queda la mitad del pasillo, que se completará cuando se haga el siguiente bancal. Mirad las fotos del pasillo entre los dos bancales, de más de un metro:
En esta foto también se ve que el bancal de la izquierda no está allanado, sin embargo el de la derecha sí. Pasar el rastrillo es el último trabajo antes de la plantación o la siembra. No se tarda nada, y queda estupendamente, como veis aquí:
Y ¡Ya estamos preparados para la plantación!
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